Llevaba un tiempo dándole vueltas. La sanidad pública, aunque fundamental, a veces se me quedaba corta en cuanto a agilidad. Pedir cita con especialistas se convertía en una espera que no siempre podía permitirme. Fue entonces cuando empecé a considerar seriamente la opción de un seguro de salud privado. Después de investigar y comparar varias compañías, Adeslas apareció como una de las opciones más recomendadas, con un amplio cuadro médico y diferentes modalidades que parecían ajustarse a mis necesidades y presupuesto.
Decidirme fue el primer paso; el siguiente, averiguar cómo hacer la adeslas contratación. Opté por la vía online, buscando comodidad y rapidez. En la página web de Adeslas, encontré la información bastante clara sobre los distintos seguros. Me interesaba una cobertura completa, pero sin copagos excesivos, así que me centré en las opciones de la gama Plena. Utilicé su tarificador online, introduje mis datos y obtuve un presupuesto aproximado. Me pareció razonable, así que decidí seguir adelante.
El proceso de contratación en sí fue guiado, paso a paso. Tuve que rellenar un formulario con mis datos personales, información de contacto y bancaria para la domiciliación de los recibos. En mi caso, por mi edad y sin patologías previas importantes, no me solicitaron un cuestionario de salud extenso, algo que agradecí por simplificar el trámite. Si bien es cierto que en algunos puntos tuve alguna pequeña duda, la propia web ofrecía opciones de contacto, aunque finalmente pude completar todo sin necesidad de asistencia directa en ese momento.
Una vez revisada toda la información y aceptadas las condiciones, confirmé la contratación. Recibí un correo electrónico con la confirmación y la documentación de mi póliza en formato digital. Todo el proceso, desde que entré en la web con la intención de contratar hasta que recibí la confirmación, me llevó menos de una hora. La sensación inicial fue de alivio y satisfacción. Sentía que había dado un paso importante hacia una mayor tranquilidad en lo referente a mi salud. Tenía acceso a un amplio abanico de especialistas y centros, algo que me daba mucha seguridad. Ahora solo quedaba empezar a utilizarlo y comprobar en el día a día la calidad del servicio que acababa de contratar.